La poesía, ha servido con el paso de los años como uno de los medios de expresión más puros y sinceros. También, está repleta de las necesidades y vivencias que cada uno de sus autores plasman a través de sus obras. No son palabras, es mucho más. Son sentimientos, son vivencias, es la transformación de un posible pasado, futuro o simplemente tiempo el cual no está presente en el tiempo real.

El escritor, Manuel Ramos Otero, plasmaba en sus poesías, novelas, ensayos, y todos sus trabajos la sinceridad que lo caracterizaba. Ramos Otero, escribía sin importar en el momento exacto, a quién o a dónde llegarían esas palabras. Más bien escribía con el fin de encontrar a ese alguien que se escuchara como él y pensara como él.
Este gran autor, es un gran ejemplo de lucha y perseverancia contra la batalla del discrimen. Sus poemas crudos, en su mayoría solían ser criticados, sin embargo, no fue motivo ni desliz para desprenderse del arte y plasmar en sus trabajos sus convicciones y las realidades que lo caracterizaron.

domingo, 2 de mayo de 2010

Ensayo sobre el autor/Por: Jarrette Soto

La experiencia al realizar un trabajo tan completo como este me ayudo de diversas maneras, al igual aprendí más de lo esperado. El tema sugerido por el profesor al comenzar la propuesta de este trabajo era uno ajeno a mis conocimientos, si sabía que Ramos Otero era un escritor puertorriqueño, pero no sabía el género al que se dirigía ni la historia exacta de esta persona. Tengo que admitir que quede bastante satisfecha y complacida como mi labor aportada a este blog. Aprendí a organizar mas la ideas y a aclararlas para facilidad de otros, en este caso ustedes compañeros de clase y para el profesor.

Quede sumamente sorprendida con Ramos Otero por toda su aportación a la literatura puertorriqueña y su labor como persona perseverante y resistente, que ante todo seguía haciendo lo que tanto anhelaba. Era un vivo ejemplo de superación y ganas de dejar escuchar su voz, sin importar las consecuencias, incluso sin pensar que su penalidad podría llegar a ser tan grande que sus palabras podían de dejas de ser escuchadas, en otras palabras, censuradas. Entiendo que como el aún son escasos las personas que existen en Puerto Rico, hoy día necesitaríamos mas valentía y menos miedo a la censura. Hablar, escribir en fin abrirse a la expresión sincera sin pensar a quien o a quienes nos enfrentaremos. Es la libre expresión lo que haría el cambio a tantos conflictos a los cuales nos enfrentamos día tras día en esta pequeña isla.

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